Con una celebración emotiva y muy colorida, la RedTraSex recorrió sus dos décadas de historia como movimiento regional luchando por el reconocimiento de los derechos de las mujeres trabajadoras sexuales de América Latina y el Caribe.

El 5 de octubre la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex) festejó sus 20 años de trabajo con una fiesta en Buenos Aires, a la que fue invitada la Representación LAC. El evento comenzó con un reportaje a su fundadora y actual secretaria ejecutiva, Elena Reynaga, y a otras dos dirigentes, en el que se resumió la historia de la Red con detalles personales de su conformación.

Las anfitrionas compartieron con las y los asistentes los bailes típicos de cada uno de los catorce países que componen la Red y recorrieron las etapas que atravesaron a lo largo de estas dos décadas, que ellas resumen como un camino de gran aprendizaje y empoderamiento. Luego del evento tuvimos la oportunidad de conversar con Elena Reynaga, quien nos transmitió sus impresiones y reflexiones.

“Fue espectacular, muy emotivo recorrer en los videos y fotos los 20 años de historia de la Red y del empoderamiento que han adquirido las miles de mujeres que conforman este movimiento”, confesó Reynaga. Y agregó que “se trata de un movimiento gigantesco que ha participado en varios espacios como la OEA y la CEPAL y ha podido hacer entender a nuestros gobiernos y al mundo entero que el tema de la prevención del VIH no se soluciona solamente con condones y pruebas sino trabajando políticamente, construyendo y visibilizando las aberraciones que cometen los mismos gobiernos a través de su policía, sus fiscales y jueces en la vida de las trabajadoras sexuales.”

Las compañeras de la Red leyeron un documento elaborado en conjunto que resume los 20 años de lucha y organización, 20 años exigiendo y demandando derechos, 20 años de perseverancia y resistencia para lograr que sus voces sean escuchadas, 20 años en búsqueda de autonomía y libertad para poder decidir sobre sus cuerpos y 20 años liderando un proceso en América Latina y el Caribe, con la esperanza de que en la región se reconozcan sus derechos. “Estoy muy feliz de lo que somos capaces de hacer, de los más de ocho mil policías que las compañeras han logrando sensibilizar y concientizar en toda la región. Esto es algo que ningún organismo internacional está haciendo, solo un grupo de mujeres que tienen unos ovarios grandes como una casa”, agregó Elena.

Los atropellos de las instituciones del Estado que las trabajadoras sexuales enfrentan a diario en distintos países y las asignaturas pendientes en términos del reconocimiento de su trabajo y sus derechos son temas que atraviesan profundamente el movimiento. Como expresó Elena, “las fotos y los informes que leyeron las compañeras me conmovieron profundamente, así como saber que las chicas son capaces de pararse ante casi doscientos policías cada vez que hacen los talleres, entre los cuales seguramente hay muchos que violaron a las compañeras, que mataron a algunas… En la red creemos que solamente con una ley de regulación del trabajo sexual no se van a solucionar nuestros problemas, por eso es que estamos trabajando con la policía y sensibilizándolos, porque la cultura y la violencia machistas no se cambian solamente con una ley.”

La secretaria ejecutiva de la RedTraSex se refirió también al proyecto que llevaron adelante durante seis años con apoyo del Fondo Mundial y a la cuestión de la sostenibilidad: “Si la Red de trabajadoras sexuales, con presencia en catorce países y con todo lo que ha podido hacer en estos 20 años de historia no es sostenible, entonces no sé de qué hablamos cuando hablamos de sostenibilidad. Uno puede tener muchos millones pero si no tiene un movimiento que pueda capitalizar las ideas y los sueños, como decimos en Argentina ‘una golondrina no hace verano’. Nosotras tuvimos la suerte de que Fondo Mundial nos pudiera financiar estos últimos seis años y poder capitalizar los sueños que tenemos, y ojalá nos sigan mirando. Tenemos las mejores calificaciones y hemos sabido ejecutar muy bien.”