Es hora de invertir en la eliminación de las hepatitis

Las hepatitis virales son producidas por los virus: A, B, C, D y E, causando una elevada carga de enfermedad y mortalidad a nivel mundial. Los virus B y C son los de mayor impacto sobre la salud pública, ya que se estima que son responsables del 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los casos de cáncer primario de hígado.

La 63a Asamblea Mundial de la Salud (2010) designó el 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis, conmemorando así el nacimiento del doctor Baruch Blumberg, quien recibió el Premio Nobel de Medicina en 1976 por su descubrimiento del virus de la hepatitis B y posterior desarrollo de la primera vacuna.

Este año, la OMS adoptó el lema “Es hora de invertir en la eliminación de las hepatitis” llamando a centrarse en la necesidad de incrementar el financiamiento para los servicios de prevención, prueba, tratamiento y atención de la hepatitis en el contexto de la cobertura universal de salud.

Mensajes clave

Los 10 mensajes más importantes para los responsables de políticas públicas son:

1. Las hepatitis virales B y C se encuentran entre las enfermedades infecciosas que causan más muertes en el mundo, pero la mayor parte de los líderes mundiales y del público en general no lo saben. Las hepatitis virales B y C afectan a 325 millones de personas en todo el mundo, y cada año causan cerca de 1,4 millones de muertes. En la región de las Américas, el porcentaje de personas con hepatitis B es del 0,7% y la prevalencia de infección por hepatitis C es de alrededor del 1%. A nivel mundial, ocupan la segunda posición entre las enfermedades infecciosas más letales, después de la tuberculosis; siendo el número de personas con hepatitis 9 veces mayor que el de las personas con VIH.

2. La hepatitis puede prevenirse, diagnosticarse, tratarse y controlarse de manera satisfactoria. La vacuna contra la hepatitis B tiene una efectividad de 98% a 100% en cuanto a la prevención de nuevas infecciones. Es importante destacar que las Américas y el Pacífico Occidental son las únicas regiones de la OMS con una amplia cobertura. Quienes se realicen la prueba y tengan un resultado positivo para hepatitis B, si cumplen los criterios, pueden recibir tratamiento. En el caso de la hepatitis C, las personas pueden curarse con un tratamiento sencillo de 2 a 3 meses con los antivirales de acción directa.

3. Sin embargo, más del 80% de las personas que viven con hepatitis no tiene acceso a las pruebas ni al tratamiento. En el 2016, solo 10% de las personas con hepatitis B (27 millones) conocían su estado. De las personas diagnosticadas, solo 17% (4,5 millones) recibían tratamiento. En el caso de la hepatitis C, en 2017 el 19% (13,1 millones) conocían su estado, de los cuales 15% (2 millones) recibieron tratamiento y se curaron ese mismo año. En términos generales, entre 2014 y 2017, 5 millones de personas recibieron tratamiento contra la hepatitis C en todo el mundo.

4. Las personas siguen contrayendo la infección debido a la falta de servicios de prevención. En 2017, 1,1 millones de personas contrajeron la infección por primera vez y desarrollaron hepatitis B crónica; además, hubo 1,75 millones de personas con hepatitis C crónica. En conjunto, las hepatitis B y C tienen el mayor número de casos nuevos entre las enfermedades infecciosas graves como la infección por el VIH y la tuberculosis. Se requieren medidas urgentes para reducir los daños, mejorar los servicios de sangre y control de infecciones e intensificar las actividades de vacunación contra la hepatitis B.

5. Para lograr la eliminación de la hepatitis para el año 2030 será necesario incrementar el financiamiento de los servicios de prevención, prueba y tratamiento de la hepatitis, como parte de la cobertura universal de salud. En un análisis de costos realizado recientemente por la OMS se subraya que para lograr las metas de eliminación de la hepatitis se necesitará un financiamiento de US$ 6.000 millones por año en los países de ingresos medios-bajos entre 2016 y 2030. En 2016 solo se invirtieron US$ 500 millones, y la mayor parte era financiamiento doméstico.

6. Los países deben lograr que los planes nacionales de prueba y tratamiento de la hepatitis incluyan inversiones y fondos específicos para esta enfermedad. Para abril del 2019, 124 países habían elaborado o estaban elaborando planes y estrategias nacionales relacionados con la hepatitis, pero la mayoría carecen de financiamiento. En el 2017, solo 58% de los 82 países de ingresos medios-bajos que presentan informes habían incluido financiamiento nacional en sus planes.

7. Los países deben procurar obtener medicamentos y medios de diagnóstico a precios óptimos. Según OMS, las pruebas y el tratamiento de la hepatitis son intervenciones de gran impacto y pueden acelerar el progreso hacia la cobertura universal de salud. Sin embargo, los precios de los medicamentos y las pruebas son muy desiguales y generalmente, muy costosos. En algunos países de ingresos altos los medicamentos para hepatitis C pueden costar hasta US$ 120.000, mientras que en Pakistán el mismo tratamiento curativo puede obtenerse por US$ 15. Los países y sus socios deben colaborar para obtener medios de diagnóstico y medicamentos para la hepatitis a precios óptimos, y asegurar mayor acceso.

8. Invertir en la hepatitis es una decisión inteligente si se desean resultados más amplios en materia de salud. Invertir en la eliminación de la hepatitis incrementaría en 1,5% el precio de la factura sanitaria a nivel mundial, pero generarían un rendimiento mayor al mejorar los resultados generales de salud. Asignar fondos a los servicios de prueba y tratamiento de la hepatitis como parte de los esfuerzos en pro de la cobertura universal de salud puede reducir en 5% el número de muertes en todo el mundo y aumentar aproximadamente en 10% el número de años de vida sana para el 2030.

9. Invertir en los servicios de prueba y tratamiento de la hepatitis implica prevenir el cáncer de hígado. Las infecciones crónicas por los virus de las hepatitis B y C pueden mantenerse asintomáticas por mucho tiempo, a veces por años o incluso décadas, generando daños hepáticos de forma lenta y silenciosa que, con el tiempo, son la causa de cáncer. Más de 60% de los casos de cáncer de hígado se deben a lo tardío de la prueba y el tratamiento de las infecciones por los virus de las hepatitis B y C. Dos terceras partes de los casos de cáncer de hígado se deben al virus de la hepatitis B; el otro tercio, al virus de la hepatitis C.

10. En el Día Mundial contra la Hepatitis 2019, únase a la causa para ayudar a 325 millones de personas difundiendo información. Si la infección se detecta temprano, se pueden evitar enfermedades crónicas y cargas financieras. Actúe ahora mismo.

Authors
Top