OMS lanza las guías consolidadas sobre el tratamiento preventivo de la tuberculosis

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Tuberculosis 2020, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS manifestó: «La COVID-19 está demostrando hasta qué punto pueden ser vulnerables las personas con enfermedades pulmonares y sistemas inmunitarios debilitados», y destacó: «El mundo se ha comprometido a acabar con la TB para 2030; mejorar la prevención es la clave para que esto ocurra. Es necesario que millones de personas puedan recibir tratamiento preventivo contra la TB para detener la aparición de la enfermedad, evitar sufrimientos y salvar vidas».

La OMS emitió este año las nuevas directrices unificadas con una serie de enfoques innovadores para ampliar el acceso al tratamiento preventivo de la TB. Esto responde a los acuerdos tomados en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la TB celebrada en 2018, con el compromiso de los líderes mundiales a garantizar el acceso al tratamiento preventivo de la TB para el año 2022, a un mínimo de 24 millones de contactos de personas con TB activa y a 6 millones de personas con VIH.

Los principales puntos a destacar de las nuevas guías se refieren al tratamiento preventivo de la TB:

  • La OMS recomienda ampliar la aplicación del tratamiento preventivo de la TB entre las poblaciones de mayor riesgo, como los contactos domésticos de las personas afectadas por la TB, las personas con VIH y otras personas en situación de riesgo por tener una inmunidad «reducida» o vivir en condiciones de hacinamiento.
  • La OMS recomienda integrar los servicios de tratamiento preventivo de la TB en las actividades actuales de detección de casos de TB activa. Se recomienda que todos los contactos domésticos de los pacientes con TB y las personas con VIH se sometan a pruebas de detección de la tuberculosis. Si se descarta la TB activa, se debe iniciar el tratamiento preventivo.
  • La OMS recomienda efectuar una prueba cutánea de la tuberculina o un análisis de liberación de interferón gamma (IGRA, por sus siglas en inglés) para detectar la infección por TB. Ambas pruebas son útiles para detectar a las personas que tienen más probabilidades de beneficiarse del tratamiento preventivo de la TB, pero no deben convertirse en una barrera para ampliar el acceso. La prueba de la infección por TB no es necesaria antes de iniciar el tratamiento preventivo de la TB en personas con VIH, y en niños menores de cinco años, en los cuales se haya descartado tuberculosis activa luego de la evaluación clínica, y que estén en contacto con personas con TB activa.
  • La OMS recomienda opciones nuevas y más cortas de tratamiento preventivo independientemente de su estado serológico en relación al VIH, además de la muy utilizada profilaxis diaria con isoniazida durante seis meses o nueve meses. Las alternativas más cortas que se recomiendan actualmente incluyen la administración diaria de rifapentina en combinación con isoniazida durante un mes; la administración semanal de rifapentina en combinación con isoniazida durante tres meses; la administración diaria de rifampicina en combinación con isoniazida durante tres meses; o la administración diaria de rifampicina durante cuatro meses.

Para revisar las Guías (en inglés) puede ir a este vínculo: https://www.who.int/publications-detail/who-consolidated-guidelines-on-tuberculosis-module-1-prevention-tuberculosis-preventive-treatment

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