La OIG ha auditado la gestión de la cartera de subvenciones del Fondo Mundial en Honduras. Según las conclusiones de esta auditoría, la eficacia y eficiencia de los acuerdos de implementación y la supervisión y los controles internos sobre los datos de los programas no son eficaces y únicamente existe un plan parcial para lograr la eficacia. La supervisión y los controles internos sobre las finanzas y las adquisiciones son eficaces en general.
Implementar las subvenciones en la República de Honduras es complicado a causa de la introducción de una reforma integral del sector de la salud y de la conflictiva situación interna. Honduras sufre la máxima carga de malaria de la región centroamericana,17 con 144.431 casos sospechosos en 2013, de los cuales se confirmaron 5364. La prevalencia del VIH en adultos con edades comprendidas entre 15 y 49 años es del 0,4 %, mientras que el número de personas que viven con VIH (PVVIH) se estima en 23.00018; la prevalencia de la tuberculosis es de 74 casos por 100.000 habitantes, con tasas de detección relativamente bajas. Se han firmado ocho subvenciones con Honduras desde 2003 y se han destinado a aquel país 40 millones de USD en virtud del Nuevo Modelo de Financiamiento.
Eficacia de los acuerdos de implementación
El Ministerio de Salud ha iniciado una ambiciosa reforma del sistema de salud en virtud de la cual se han disuelto los programas verticales tradicionales y se han sustituido por una estructura horizontal con unidades funcionales encargadas de sus funciones anteriores. Si bien se reconocen las ventajas a largo plazo de esta reforma, la ausencia de un plan a corto y medio plazo que mitigue los riesgos relativos a la reforma está afectando a la precisión y puntualidad en la declaración de datos y podría obstaculizar la consecución de los objetivos de los programas. La OIG ha descubierto que las obligaciones de rendición de cuentas en el Ministerio no están bien definidas y que la capacidad varía entre las estructuras nacionales y regionales en materia de gestión y gobernanza de los programas.
La gestión de datos, que antes corría a cargo de los programas verticales, se está migrando actualmente a un modelo centralizado que se encuentra fragmentado entre los flujos verticales y centralizados, lo que provoca vacíos y solapamientos en la información. El objetivo de la subvención del Fondo Mundial es la erradicación de la malaria por Plasmodium Falciparum en 2017. Sin embargo, los retrasos en la implementación de los requisitos operativos para mejorar la estructura actual podrían afectar adversamente a la consecución de esta meta.
Aunque la subvención no se haya firmado hasta mayo de 2015, la OIG ha observado que la implementación de las recomendaciones clave del Panel de Revisión Técnica (PRT) en este ámbito está todavía en curso y que no se han aplicado todos los requisitos ni tampoco se han realizado progresos significativos para su pronta implementación.
Diseño y eficacia de los controles internos sobre los recursos del Fondo Mundial
La Secretaría del Fondo Mundial está mitigando con eficacia los principales riesgos relativos a la gobernanza y la gestión financiera por medio de diversas medidas internas de protección. No obstante, los controles limitados del monitoreo, la evaluación y la calidad de los datos son consecuencia de procesos insuficientes de identificación de riesgos, lo que no facilita a la Secretaría la tarea de trasladar los recursos de supervisión a las áreas que exigen mayor atención. La falta de visitas de supervisión de apoyo en todos los niveles, la ausencia de procedimientos por escrito y un sistema de declaración de datos predominantemente manual han contribuido a generar ineficiencias e incoherencias en la recopilación de los datos.
El informe completo puede consultarse en español, inglés y francés.