Las estrategias mundiales del sector de la salud para 2022-2030 contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual tienen como objetivo orientar al sector de la salud a la hora de aplicar respuestas estratégicas destinadas a alcanzar los objetivos de poner fin al sida, las hepatitis víricas B y C y las infecciones de transmisión sexual (ITS) al 2030.

Las estrategias recomiendan que los países adopten medidas comunes y específicas para cada una de las áreas de enfermedad, apoyadas por diferentes acciones a ser implementadas por la OMS y sus socios. Las estrategias toman en cuenta el contexto epidemiológico, los avances tecnológicos, entre otros cambios ocurridos durante los últimos años. Fomentan el aprendizaje en todas las áreas de enfermedad y generan oportunidades para aprovechar las innovaciones y los nuevos conocimientos para responder con más eficacia al VIH, las hepatitis víricas y las ITS.

Las estrategias recomiendan centrar la atención en las personas más afectadas y que presentan mayor riesgo a estas enfermedades, abordando así las desigualdades. También promueven sinergias en el marco de la cobertura sanitaria universal y la atención primaria de salud, con miras a cumplir los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La 75.ª Asamblea Mundial de la Salud solicitó al Director General presentar informes a dicho órgano en 2024, 2026, 2028 y 2031, acerca de los progresos realizados en la aplicación de las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las ITS durante el periodo comprendido entre 2022 y 2030, señalando que el informe de 2026 será considerado como un examen de mitad de periodo, basado en los progresos realizados para el cumplimiento de las metas de las estrategias previstas para 2025 y en los progresos realizados con miras a alcanzar las metas previstas para 2030.

Informe sobre progresos y brechas

El pasado 21 de mayo se publicó el primer informe de una serie de reportes de progreso bienales sobre la implementación de las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030. Este primer informe llama la atención a las áreas de progreso y brechas en preparación para la revisión de mitad de período de las estrategias en 2026.

Los mensajes clave del informe se resumen a continuación:

La información más reciente demuestra que las nuevas infecciones no están disminuyendo lo suficientemente rápido:

• 2,5 millones de muertes al año causadas por VIH, Hepatitis virales e infecciones de transmisión sexual, y los nuevos datos sugieren que la mayoría de las personas mueren por causas relacionadas a hepatitis 1,3 millones en 2022.
• Mas de 1 millón de nuevas infecciones ocurren cada día, la mayoría transmitidas sexualmente.
• Las notificaciones de casos de infecciones transmitidas sexualmente están aumentado más que disminuyendo en muchas regiones de la OMS.

Logros en la expansión de servicios de acceso a las tres enfermedades:

• Mas de 75% de las personas que viven con VIH están recibiendo tratamiento antirretroviral, y 93% de las personas que reciben tratamiento tienen carga viral indetectable.
• El descenso inicial en la mortalidad mundial de Hepatitis C de 290.000 en 2019 a 240.000 en 2022 sugiere que la expansión de disponibilidad a tratamiento está empezando a demostrar impacto.
• Noventa y nueve países y áreas han validado oficialmente la eliminación de la transmisión materno infantil de VIH y sífilis. La prueba rápida doble para VIH/sífilis se está implementando para mujeres embarazadas en los controles prenatales y poblaciones clave.

Varios indicadores permanecen fuera del trayecto de alcanzar los objetivos globales 2023-2025:

• La incidencia de VIH y las muertes relacionadas al VIH están disminuyendo lentamente y los descensos son insuficiente para alcanzar los objetivos 2025. A pesar de la amplia disponibilidad de terapia antirretroviral, las muertes relacionadas al VIH en 2022 fueron 630.000, y muchas de ellas se debieron a la consulta tardía y a las barreras estructurales para el acceso a servicios.
• Sólo 13% de las personas que viven con infección crónica por hepatitis B fueron diagnosticadas y cerca del 3% recibieron tratamiento antiviral a finales de 2022. Sólo 36% de las personas con hepatitis C fueron diagnosticadas entre 2015 y 2022, y 20% recibieron tratamiento curativo. Estas cifras destacan la oportunidad para aumentar el diagnóstico y mejorar el enlace entre el diagnóstico y la provisión de tratamiento.
• Numerosos países reportaron aumento del número de casos de sífilis en adultos y sífilis congénita luego de la pandemia COVID-19. Las nuevas estimaciones revelan que el numero de nuevos casos de sífilis en adultos y la tasa de casos de sífilis congénita por 100000 nacidos vivos aumentaron entre 2016 y 2022.
• El número de niñas de 15 años totalmente vacunadas para el papiloma humano alcanzó sólo el 15% en 2022 y está muy por debajo del objetivo de 50 % para 2025.

Los países necesitan enfocarse con claridad en la planificación de la sustentabilidad a través de las tres enfermedades.

• Mientras algunos países están preparados para implementar sinergias entre los esfuerzos específicos de enfermedad y la atención primaria de salud, se requieren más esfuerzos para asegurar el compromiso político para fortalecer la asociación programática y la sustentabilidad. Es esencial para una repuesta sustentable y efectiva asegurar los siguientes aspectos: planificación fortalecida; diálogo sobre la implementación y financiamiento para VIH, hepatitis virales e infecciones de transmisión sexual como parte de la cobertura universal de salud; mejor uso de la
  información para la toma de decisión; e intensificar los esfuerzos para abordar el estigma y la discriminación en el ámbito de atención médica.

Puede acceder a la Estrategia en este vínculo: Estrategias mundiales del sector VIH, Hepatitis virales ITS

Y también leer el reporte (en inglés) en el siguiente vínculo: Report on Progress and Gaps – HIV, Viral Hepatitis and STIs 2024.

Fuente: OMS