El Fondo Mundial tiene una estructura austera y, a diferencia de muchas otras organizaciones internacionales, no tiene presencia en el país ni oficinas fuera de su sede en Ginebra. Por lo tanto, la Secretaría depende de varios proveedores de aseguramiento para monitorear cómo se mitigan efectivamente los riesgos en la implementación de sus subvenciones. Desde la última auditoría de la OIG sobre aseguramiento en 2014, la Secretaría ha tomado varias medidas para mejorar el aseguramiento, incluido un enfoque diferenciado para los países de alto riesgo; la introducción de matrices de riesgos clave como punto de partida para determinar las necesidades de aseguramiento; y comités para supervisar y coordinar las actividades de aseguramiento en diferentes áreas funcionales. Las inversiones de la Secretaría en sistemas y procesos para apoyar la gestión del Agente Local del Fondo (LFA) también han llevado a una evaluación mejorada y a datos más precisos y accesibles sobre costos y planes de trabajo.
Sin embargo, los desafíos persisten ya que la Secretaría aún no ha implementado algunos de los impulsores clave que sustentan la garantía efectiva. El trabajo para definir el apetito por el riesgo se encuentra en su etapa inicial y, hasta que esté lo suficientemente avanzado, existe una orientación limitada sobre el nivel de garantía requerido. Las actividades de aseguramiento también están insuficientemente alineadas con las áreas de mayor riesgo en la cartera de subvenciones, incluida la gestión de la cadena de suministro y los riesgos programáticos. Esto a menudo genera lagunas y posibles redundancias en el aseguramiento a nivel de país.
El modelo LFA sigue siendo central en el marco de aseguramiento del Fondo Mundial, con un presupuesto de US $ 48 millones en 2016. Este modelo sigue estando justificado ya que las circunstancias y condiciones bajo las cuales se creó todavía son aplicables hoy. Sin embargo, su efectividad operativa está limitada por lo siguiente: un enfoque insuficiente de los servicios de aseguramiento de LFA en áreas clave de riesgo de subvención, brechas en la experiencia funcional para algunas de esas áreas de riesgo y pocas herramientas disponibles para guiar el trabajo de LFA. El Fondo Mundial también enfrenta un riesgo de concentración significativo en esta área, ya que la mayor parte de los servicios de LFA permanece con un solo proveedor.
Desde una perspectiva de gobernanza y rendición de cuentas, mientras que el Departamento de Riesgos se considera el propietario del negocio para el aseguramiento, las actividades de aseguramiento relacionadas con las subvenciones son principalmente planificadas, ejecutadas y administradas por la División de Administración de Subvenciones. La auditoría identificó brechas en quién posee y coordina el aseguramiento. La garantía también se gestiona de forma aislada, por áreas funcionales, lo que limita la optimización de los recursos de garantía en todo el espectro del ciclo de vida de la subvención. Sin embargo, en 2017, la Secretaría comenzó a gestionar de manera colaborativa la garantía en todas las áreas funcionales de la organización.
El informe completo puede consultarse aquí.