Entre 2010 y 2015 algunas cifras de la epidemia en la región descendieron mientras que otras aumentaron o continúan estables. Para poder alcanzar la ambiciosa meta de poner fin a la epidemia en 2030 es necesario garantizar que las poblaciones clave estén totalmente incluidas en la respuesta al VIH y tengan un acceso oportuno a los servicios de salud.
Para el año 2015 se estima que hubo 2,1 millones (1,8 millones – 2,4 millones) de nuevas infecciones por VIH a nivel mundial, sumando un total de 36,7 millones (34,0 millones – 39,8 millones) de personas que viven con el virus.
En América Latina y el Caribe se estima que existen 2 millones de personas (entre 1.700.000 y 2.300.000) viviendo con VIH; se producen unas 100.000 nuevas infecciones por el virus y unas 50.000 (41.000 – 59.000) muertes relacionadas con el sida. El número de infecciones por VIH entre los niños se estima en 2100 (1600 – 2900).
América Latina continúa siendo una región con una alta cobertura antirretroviral y aproximadamente el 55% (50 – 57) de las personas que viven con el VIH tienen acceso a la medicación, aunque existen variaciones entre los países y dentro de ellos.
Entre las poblaciones clave más vulnerables al VIH en América Latina figuran las mujeres trans, los varones gays y otros hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales y los usuarios de drogas inyectables. El 30% de las nuevas infecciones se presentan entre varones gays y otros HSH.
Las poblaciones en mayor riesgo frente al VIH en América Latina y el Caribe están afectadas por la pobreza y sufren altos índices de discriminación. Es crucial atender sus necesidades, incluirlas como actores fundamentales en la respuesta a la epidemia y garantizar su acceso oportuno a los servicios de salud.
Fuentes: AIDS by the numbers, UNAIDS 2016; Global AIDS Update, 2016.