Los sistemas de salud en todo el mundo están siendo desafiados por la creciente demanda de atención de personas con COVID-19, agravada por el miedo, el estigma, la información errónea y las limitaciones de movimiento que interrumpen la prestación de atención médica para todas las afecciones de salud. Cuando los sistemas de salud están abrumados y las personas no pueden acceder a la atención necesaria, tanto la mortalidad directa por un brote como la mortalidad indirecta por condiciones prevenibles y tratables aumentan dramáticamente
La capacidad de cualquier sistema para mantener la prestación de servicios de salud esenciales dependerá de su carga de enfermedad de referencia, el escenario de transmisión local de COVID-19 y la capacidad del sistema de salud a medida que evoluciona la pandemia.
A medida que las demandas sobre los sistemas han aumentado y los trabajadores de la salud se han visto cada vez más afectados por la infección por COVID-19 y las consecuencias indirectas de la pandemia, las adaptaciones estratégicas se han vuelto urgentes para garantizar que los recursos limitados del sector público y privado brinden el máximo beneficio para las poblaciones.
Es probable que el curso del brote aumente y disminuya, y la respuesta estratégica deberá ser dinámica y calibrada. Quienes toman decisiones deben anticipar la necesidad de iniciar, detener y reiniciar las adaptaciones. Las decisiones deben alinearse con las políticas nacionales y subnacionales relevantes y deben reevaluarse a intervalos regulares.
La implementación exitosa de estos cambios estratégicos requerirá la participación activa de las comunidades y las partes interesadas públicas y privadas, medidas específicas para garantizar el acceso de las poblaciones socialmente vulnerables, la transparencia y la comunicación frecuente con el público y un alto grado de cooperación por parte de las personas. Todo ello de acuerdo con principios éticos, como la equidad en la asignación de recursos y acceso, autodeterminación, no abandono y respeto por la dignidad y los derechos humanos.
Este documento amplía el contenido del pilar de servicios y sistemas de salud esenciales del Plan estratégico de preparación y respuesta de COVID-19: pautas de planificación operativa para apoyar la preparación y respuesta del país, reemplaza la guía operativa anterior para mantener los servicios de salud esenciales durante un brote, y complementa la atención de salud comunitaria recientemente lanzada, incluida la divulgación y las campañas, en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Asimismo, apoya la implementación en el país de acciones específicas a nivel nacional, subnacional y local para reorganizar y mantener el acceso a servicios de salud esenciales seguros y de alta calidad. Describe las adaptaciones necesarias para mantener a las personas seguras y mantener la continuidad de los servicios de salud esenciales durante la respuesta a la pandemia de COVID-19. Está destinado a tomadores de decisiones y gerentes a nivel nacional y subnacional.
La Parte 1 describe los principios básicos y las recomendaciones prácticas que apoyan la toma de decisiones para garantizar la continuidad de los servicios de salud esenciales seleccionados, destacando las acciones clave que los países deben considerar.
La Parte 2 contiene breves secciones que abordan adaptaciones y consideraciones específicas para el curso de la vida y los programas de enfermedades en el contexto de COVID-19. Estas secciones están destinadas a ser utilizadas en conjunto con, y no reemplazan, la orientación existente del programa de la OMS en estas áreas.
Puede leer la guía completa en inglés en el siguiente vínculo Maintaining essential health services
