En la sétima Conferencia de Reaprovisionamiento del Fondo Mundial para el sida, la tuberculosis y la malaria, Javier Hourcade Bellocq tomó la palabra en representación de las tres delegaciones de la sociedad civil: la Delegación de ONG de países en desarrollo, la de ONG de países desarrollados y la Delegación de las Comunidades.

En el discurso pronunciado el 21 de setiembre de este año, Hourcade Bellocq llevó la voz de los millones de personas cuyas vidas dependen del financiamiento del Fondo Mundial. Aplaudió “a los numerosos gobiernos, fundaciones privadas y donantes del sector privado que han demostrado el poder de la voluntad política, la ambición, la generosidad y el compromiso con nuestra misión común”.

Asimismo, dijo: “Tenemos 50 millones de razones para celebrar, los 50 millones de vidas de personas salvadas por la asociación del FM. Cada una de ellas tiene una historia de esperanza y una historia por la que debemos luchar para mantenerla viva, y hoy tenemos 20 millones más a los que podemos aportar esperanza.”

Como miembro de la Junta y parte de la Delegación de las Comunidades, Javier describió cómo “la mortífera pandemia de COVID desvió nuestros programas del camino, y aunque trabajamos duro y pudimos mitigar algunos de los peores efectos en nuestro trabajo, para volver a la senda correcta debemos contar con al menos 18.000 millones de dólares. Todo lo que sea menos costará vidas”.

Los donantes tradicionales del Fondo Mundial han participado de la discusión del caso de inversión que permitiría cumplir con la nueva estrategia audaz y ambiciosa que se ha trazado el Fondo y con los avances científicos será posible acabar con las tres epidemias.

“Los dos últimos años de la pandemia de Covid nos han demostrado que cuando hay crisis, se puede encontrar dinero. Si no alcanzamos nuestro objetivo de reposición, volveremos a estar en crisis”, dijo Hourcade Bellocq horas antes que se conociera que esta no fuera alcanzada.

El vocero de la sociedad civil también señaló que el único ingrediente faltante es la voluntad política de los gobiernos y esto puede aplicarse tanto a los donantes como a los países receptores que deben asignar más recursos públicos locales a las respuestas al VIH, la tuberculosis y la malaria.

“Este es un momento importante. Un momento en el que invertimos para salvar vidas, acabar con las injusticias históricas y derrotar las 3 epidemias. Hoy decidimos si nuestras comunidades vivirán o morirán y si nuestros hijos prosperarán o apenas sobrevivirán”, fueron las conmovedoras palabras de Javier Houcade Bellocq.

Aunque la Conferencia de Reaprovisionamiento no alcanzó el monto previsto, las donaciones de los países alcanzaron un récord histórico de 14.25 mil millones para los próximos años y aún está pendiente la donación de Reino Unido, que será confirmada en las próximas semanas.