Los países deciden invertir en Salud, Equidad y Resiliencia a través del Fondo Mundial

Los compromisos financieros tempranos que hacen los gobiernos con el Fondo Mundial refuerzan la confianza en este mecanismo y animan a que otros donantes hagan sus propias donaciones.

Con un reaprovisionamiento de recursos exitoso, el Fondo Mundial podría salvar hasta 23 millones de vidas en los próximos tres años y reducir la mortalidad por sida, tuberculosis y malaria en un 64% para 2029, comparada con 2023, mientras fortalece los sistemas de salud y comunitarios para responder nuevos brotes y epidemias y se acelera el camino hacia la resiliencia.

En este contexto, los países han anunciado sus compromisos con el Fondo Mundial.

Australia, a través de su ministra de Desarrollo Internacional, anunció a finales de agosto, en Canberra, su compromiso con el Fondo Mundial, reforzando su liderazgo en la seguridad regional y global con un aporte de 172 millones de dólares americanos (266 millones de dólares australianos. La ministra dijo que “Australia respalda al Fondo Mundial como un socio clave para luchar contra enfermedades infecciones en el Sudeste de Asia y el área del Pacífico. Invirtiendo en el tratamiento y prevención de las enfermedades, estamos contribuyendo a construir un sistema de salud más fuerte e inclusivo en nuestra región”.

Portugal también expresó su compromiso con el Fondo Mundial con una donación de 1.7 millones de dólares (1.5 millones de euros). En el marco de las reuniones de Alto Nivel de las Naciones Unidas, la ministra de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Ana Isabel Xavier, respaldó al Fondo Mundial y destacó el compromiso de su país con la cooperación multilateral la solidaridad internacional y la construcción de un país donde nadie se quede atrás.

Por su parte, Suiza comprometió 80.3 millones de dólares (64 millones de francos suizos), demostrando su compromiso en ayudar a salvar millones de vidas, prevenir la diseminación de enfermedades infecciosas y fortalecer los sistemas de salud de los países más vulnerables. También respaldó la cooperación internacional, destacando el rol que juega Ginebra, como la capital de la salud.

Dinamarca expresó su compromiso de aportar 58 millones de dólares (375 millones de coronas danesas), que pone de relieve su compromiso de larga data con la salud mundial en un momento crítico de crecientes desafíos en materia de salud y crecientes desigualdades. “Dinamarca es uno de los primeros países en anunciar nuestra contribución (…), manteniendo una inversión sólida y sostenida, ya que invertir en salud significa salvar vidas”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen. “Dinamarca se solidariza con los países y comunidades que más necesitan apoyo en la lucha vital contra el sida, la tuberculosis y la malaria, enfermedades que aún cobran demasiadas vidas”.

Más recientemente, Alemania anunció una donación de 1.16 mil millones de dólares (mi millones de euros) en un momento crucial para el futuro de la salud mundial. Sin un apoyo firme y sostenido, los logros alcanzados con tanto esfuerzo corren el riesgo de revertirse, con devastadoras consecuencias humanas y económicas. “La lucha contra las principales enfermedades infecciosas no es solo un imperativo moral, sino una cuestión de razón”, declaró Reem Alabali-Radovan, ministra Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania. “Los patógenos no conocen fronteras. Se propagan allí donde faltan prevención, medicamentos y atención médica, y más allá. Cada euro invertido en el Fondo Mundial rinde frutos: fortalece los sistemas de salud de los países socios y hace que el mundo sea más resiliente. Así es como salvamos millones de vidas. Y por eso debemos mantenernos firmes juntos”.