Comunicado de prensa

GINEBRA – Las recomendaciones formuladas hoy por dos órganos asesores de la Organización Mundial de la Salud, el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico en materia de inmunización (SAGE) y el Comité Asesor en Políticas de Paludismo (MPAC), para que se emplee la vacuna RTS,S contra la malaria, constituyen un avance en el objetivo de conseguir que la vacuna esté disponible en países con una elevada carga de malaria, y una oportunidad de evaluar su probable repercusión mundial real.

Estos dos órganos han solicitado que se realicen aplicaciones de tipo piloto en tres a cinco entornos del África subsahariana. Se trata de la continuación de un anterior ensayo de la vacuna durante cuatro años en el que se pudo comprobar su seguridad y eficacia del 39% para prevenir casos clínicos de malaria.

Repetir esa tasa de éxito en un entorno no clínico plantea dificultades. La vacuna RTS,S requiere cuatro dosis y la última dosis es crítica para mantener el efecto protector de la vacuna. Las primeras tres dosis de la vacuna serán administradas a niños entre 5 y 9 meses de edad y la cuarta dosis ha de administrarse alrededor del segundo año de vida. Este programa queda parcialmente fuera del calendario actual de inmunización en el que la mayoría de las vacunas se aplican a lactantes entre 6 y 14 semanas de vida, lo que probablemente planteará dificultades logísticas a los sistemas de salud en países de ingresos bajos. Por consiguiente, un enfoque prudente que se puede adoptar es volver a evaluar la viabilidad de proporcionar estas vacunas y la repercusión resultante.

Aunque nuevos estudios podrían llegar a demostrar la utilidad de RTS,S en el conjunto de instrumentos para el control de la malaria, las iniciativas mundiales emprendidas deben seguir ampliando el acceso a métodos de control de la malaria de eficacia probada. La vacuna RTS,S podría complementar, no sustituir, los métodos existentes cuya efectividad ha sido contrastada y son costoeficaces, como los mosquiteros tratados con insecticida y la fumigación de interiores. Herramientas como los mosquiteros impregnados de insecticida han permitido reducir sustancialmente la carga de malaria y se ha podido rebajar en más de la mitad el número de fallecimientos de niños menores de cinco años desde 2000. A pesar de este importante logro, todavía se siguen produciendo cada año más de 200 millones de casos de malaria en todo el mundo, lo que se traduce en 438.000 muertes, la inmensa mayoría en niños africanos.

Corresponde ahora a la Organización Mundial de la Salud confirmar sus recomendaciones sobre la primera vacuna contra la malaria de la historia teniendo en cuenta las recomendaciones recibidas de SAGE y MPAC. Las juntas directivas de Gavi y el Fondo Mundial examinarán la recomendación de la OMS para determinar los pasos a seguir sobre esta cuestión.

Gavi y el Fondo Mundial siguen colaborando en planificar el posible uso de una vacuna contra la malaria, si así lo recomienda la OMS y si las juntas directivas de Gavi y el Fondo Mundial deciden apoyar la vacuna conjuntamente con otras intervenciones para la enfermedad de eficacia comprobada, como parte de un enfoque integrado para el control de la malaria. Ambas organizaciones trabajan en estrecha coordinación con el Programa Mundial sobre Paludismo de la OMS, otros asociados técnicos y donantes, y países ejecutores de programas.