14 de mayo 2025
GINEBRA – El Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) celebró su 53era reunión la semana pasada en Ginebra.
En medio de graves interrupciones en los servicios de salud en los países y una creciente incertidumbre sobre la financiación de la salud mundial, se llevaron a cabo en cada segmento de la reunión debates sobre la repriorización de las subvenciones para el ciclo actual y los preparativos para el próximo ciclo que comienza en 2026.
Al inaugurar la reunión, la vicepresidente de la Junta, Bience Gawanas, reconoció que el mundo se enfrenta a una convergencia de amenazas, entre ellas, conflictos, reducción del espacio cívico, sistemas de salud sobrecargados y una financiación cada vez más limitada.
“Es un momento de reflexión y renovación de compromisos”, dijo Gawanas. “Al trazar nuestro camino a seguir, debemos hacerlo con valentía, claridad y un enfoque inquebrantable en las personas y comunidades a las que servimos. Ante la adversidad, recordamos que el Fondo Mundial no es simplemente un financiador de programas; somos una alianza basada en la solidaridad, la responsabilidad compartida, la ciencia y la esperanza. Estamos aquí para cumplir la promesa de un mundo donde las enfermedades prevenibles, o el lugar de nacimiento, ya no decidan el destino de nadie”.
“Lo que está en riesgo son potencialmente millones de vidas y muchos de los logros por los que hemos luchado tanto, como la mejora de la esperanza de vida y el avance hacia la cobertura sanitaria universal”, declaró Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. “La forma en que afrontemos esta crisis será una prueba para nosotros como alianza. Debemos mantenernos enfocados en nuestra misión y fieles a nuestros valores”.
Priorizar el acceso a intervenciones vitales
Entre los desafíos, los miembros de la Junta reconocieron la necesidad de adaptar, aplazar y reordenar las inversiones dentro del ciclo actual de subvenciones, sin perder el enfoque en generar impacto en la lucha contra el VIH, la tuberculosis (TB) y la malaria. En respuesta, apoyaron la repriorización de las inversiones hacia programas que preserven la continuidad de los servicios de salud esenciales y garanticen el acceso a intervenciones que salvan vidas.
La Junta insistió en que este proceso debe ser impulsado por los países e implicar una compromiso significativo con la sociedad civil, las comunidades, los ministros de salud, los implementadores, los socios técnicos y las estructuras clave de la alianza, en particular los Mecanismos de Coordinación de País. También, destacó la importancia de brindar una orientación clara a los países, incluyendo los criterios para la repriorización, el alcance de las intervenciones que salvan vidas y el proceso y los plazos para la revisión de las subvenciones. Los miembros de la Junta coincidieron en que estas son condiciones fundamentales para garantizar un proceso ágil, transparente y rápido para la toma de decisiones de calidad y, sobre todo, para la implementación. La Secretaría se comprometió a brindar orientación a los países en las próximas semanas y a mantener a la Junta actualizada sobre los avances.
“En un panorama cambiante, es fundamental realizar ajustes rápidos y claros para maximizar el impacto de los recursos disponibles, salvaguardar los logros alcanzados con tanto esfuerzo y seguir salvando vidas”, afirmó Lady Roslyn Morauta, Presidenta de la Junta Directiva del Fondo Mundial. “Si bien la presión financiera es real, también lo es la resiliencia y la adaptabilidad de toda la asociación. El difícil pero necesario ejercicio de repriorización debe guiarse por nuestros valores: equidad, eficiencia y protección del impacto»
Reflexión sobre el progreso
En su informe a la Junta Directiva, el Director Ejecutivo, Peter Sands, elogió el notable progreso logrado por la asociación en la lucha contra las tres enfermedades durante las últimas dos décadas, destacando la contribución fundamental de Estados Unidos a través de su liderazgo, financiación, experiencia técnica e iniciativas bilaterales.
Al reflexionar sobre los logros recientes, Sands destacó que las inversiones en los sistemas de salud y comunitarios son ahora mayores y más eficaces que nunca y contribuyen de manera significativa y clara a mejorar las respuestas al VIH, la tuberculosis y la malaria y la preparación para pandemias.
También, elogió el Mecanismo de Adquisiciones Conjuntas del Fondo Mundial como «una fortaleza central» -un factor decisivo para la conformación del mercado y la relación calidad-precio- y celebró los importantes avances en la fabricación regional y el desarrollo de capacidades, marcados por el hito, recién alcanzado, de la primera entrega de un tratamiento de primera línea contra el VIH fabricado en África, financiado con una subvención del Fondo Mundial.
Además, Sands destacó que la madurez organizacional, la preparación y la agilidad del Fondo Mundial le permitieron responder, una vez más, a los shocks externos con una interrupción operativa limitada, asegurando un apoyo ininterrumpido a los países.
Sin embargo, Sands reconoció la magnitud de la crisis actual que afecta a la salud mundial, destacando los principales riesgos que enfrentan las comunidades más vulnerables, a la vez que la describió como un potencial catalizador para la innovación y el cambio. Enfatizó sobre la importancia de impulsar la agenda de transición hacia la sostenibilidad a largo plazo. Al mismo tiempo, subrayó la urgente necesidad de garantizar que los países estén adecuadamente preparados, en particular ante la creciente amenaza de la malaria.
“Debemos ser realistas sobre los desafíos”, afirmó. “Sin embargo, debemos estar unidos, decididos y ser ambiciosos. Se lo debemos a las personas a quienes servimos”.
Octava Reposición
En este sentido, Sands se unió a la Junta para solicitar un fuerte apoyo a la crucial Octava Reposición de Recursos, co patrocinada por la República de Sudáfrica —que tiene la presidencia del G20 este año— y el Reino Unido.
“El Fondo Mundial ha sido un socio de confianza en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, y en el fortalecimiento de los sistemas de salud en todo nuestro país y continente”, declaró el Dr. Mathume Phaahla, viceministro de Salud de Sudáfrica y miembro titular de la constituyente de Sudáfrica y África Oriental en la Junta del Fondo Mundial. “Solo un Fondo con la totalidad de sus recursos puede acelerar el progreso hacia el objetivo de poner fin a estas enfermedades. Instamos a la comunidad mundial a estar a la altura de las circunstancias, a apoyarnos y a seguir invirtiendo en sistemas de salud resilientes para promover la solidaridad, la equidad y el desarrollo sostenible”.
Haciendo eco del llamamiento de Sudáfrica, la constituyente del Reino Unido instó a todos los socios a unirse en apoyo de la Octava Reposición mediante compromisos ambiciosos, el aumento de la financiación nacional para la salud y la contribución de capacidades, inversión y abogacía. El Reino Unido señaló que su apoyo se sustenta en el firme y duradero compromiso del Fondo Mundial con la eliminación de las barreras a la salud relacionadas con los derechos humanos.
Garantizando la Sostenibilidad a Largo Plazo
En amplios debates sobre la priorización, que abarcaron tanto el ciclo actual (Ciclo de subvenciones 7) como el próximo ciclo, que comienza en 2026 (Ciclo de subvenciones 8), los miembros de la Junta reconocieron la necesidad de respuestas ágiles a la crisis actual, a la vez que subrayaron la importancia de mantener el enfoque en la sostenibilidad, tal como se acordó en la 52.ª Reunión de la Junta en noviembre pasado. La Junta alentó transiciones responsables y graduales hacia una mayor financiación nacional, garantizando al mismo tiempo que nadie se quede atrás
Para prepararse mejor para el próximo ciclo de subvenciones, especialmente en el actual contexto de restricciones, los miembros de la Junta alentaron al Fondo Mundial a seguir aprovechando sus numerosas ventajas comparativas. Estas incluyen su capacidad para acelerar el acceso equitativo a innovaciones biomédicas revolucionarias, como el prometedor inyectable para la prevención del VIH, lenacapavir.
La Junta también destacó el valor del modelo único del Fondo Mundial, que sitúa a los gobiernos —en particular a los ministerios de salud— y a las comunidades en el centro de los esfuerzos para eliminar las tres enfermedades, y su enfoque continuo —mediante la participación activa de las comunidades y la sociedad civil— en la eliminación de las barreras para el acceso a los servicios de salud relacionadas con los derechos humanos y el género.
Reflexionando sobre la necesidad imperiosa de adaptar el ecosistema sanitario mundial, la Junta instó al Fondo Mundial a fortalecer la alineación y la coordinación con sus socios —en especial con Gavi, la Alianza para las Vacunas— para maximizar el impacto, fortalecer la resiliencia, consolidar autonomía de país y reducir los costos de transacción.
Revisiones del Panel de revisión técnica
En una sesión específica, la Junta Directiva aprobó revisiones del Panel de Revisión Técnica para centrar su participación donde aporta mayor valor (en las Carteras de Alto Impacto y Principales, así como en los países en transición), permitiendo al mismo tiempo procesos más flexibles para otros (Punto de Decisión).
Estos cambios reflejan las prioridades estratégicas para el próximo ciclo de subvenciones, incluyendo la simplificación (y la consiguiente reducción del esfuerzo para quienes lo solicitan), la sostenibilidad y un apoyo diferenciado y adaptado a las necesidades de cada país.
“Tenemos un compromiso inquebrantable con nuestros valores y nuestro modelo, pero al mismo tiempo somos flexibles y estamos dispuestos a cambiar”, concluyó Peter Sands.
Mirando hacia el futuro, la Presidenta de la Junta Directiva anunció que la próxima reunión de la Junta Directiva del Fondo Mundial tendrá lugar en febrero de 2026.